🌱 Manejo de Avellano Europeo

Técnicas especializadas de formación, poda y mantenimiento para maximizar la productividad de tu huerto de avellano europeo

Índice

1. Introducción

El avellano europeo, al igual que todas las especies frutales, requiere manejos específicos desde la plantación, comenzando con la formación de la planta en el huerto para prepararla para una vida productiva eficiente. El manejo del huerto es más intenso durante los primeros tres a cuatro años y, en adelante, requiere solo un mantenimiento rutinario.

Un huerto en el que las decisiones previas a la plantación, como la elección de zona, clima y suelos adecuados, así como las labores necesarias previas a la plantación, se realizaron correctamente y, además, la calidad de las plantas es óptima, como las de Vivero El Avellano, tiene un potencial de producción entre 4.000 y 5.000 kg/ha y una vida productiva de al menos 25–30 años. La experiencia de más de 20 años como viveristas nos confirma estos datos, con la información recibida permanentemente de nuestros clientes.

El avellano europeo, de acuerdo con los requerimientos de clima, puede cultivarse entre las regiones del Maule, Ñuble, Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos.

2. Manejo con Maquinaria

El avellano europeo es una de las pocas especies frutales en que el manejo es mecanizado prácticamente en su totalidad. Lo anterior constituye una de las mayores ventajas de esta industria debido a la creciente dificultad de disponer de mano de obra para labores agrícolas. Labores como control de maleza y control de sierpes se realizan con equipos desarrollados que permiten una eficiencia muy elevada y mínima mano de obra. La cosecha es completamente mecanizada, para lo cual existen en el mercado diferentes opciones de acuerdo al tamaño del huerto. A diferencia de otros países productores, en los que la topografía es inclinada y no permite la mecanización, la mayoría de la superficie en Chile es plana o casi plana, donde no existe impedimento para emplear máquinas, logrando una optimización de recursos.

Preparación del Suelo

Una labor fundamental previa a la plantación consiste en el subsolado del perfil. Cuando se establece un huerto frutal, independientemente del uso que tuvo el suelo anteriormente, se debe realizar un trabajo de remover el suelo en profundidad, entre al menos 0,8 y 1,2 metros. Esta labor debe ser realizada en todo el perfil, y no solamente en el sentido de las posteriores hileras de plantación.

En la temporada previa a la plantación se requiere un estudio de riego, que determina los aspectos técnicos, como capacidad de la fuente de agua y equipos necesarios, así como el estudio topográfico para diseñar la disposición (matrices, tuberías, etc.) del sistema de riego.

Plantación

La plantación se puede realizar con plantas de un año o dos años. Inicialmente, cuando se comenzó a plantar avellano europeo en el país (fines de los 90 y comienzos del 2000), se utilizaron plantas de un año; sin embargo, principalmente debido a que la mayoría de los productores de avellano no eran fruticultores, sino que provenían de otras actividades (cereales, producción animal, forestal, etc.), no tenían experiencia en el manejo y cuidados de una planta joven, que requería especial atención en riegos, control de malezas, etc., y se producían importantes pérdidas en el primer año. Luego comenzaron a demandarse plantas de dos años, las que, por su mayor vigor, su sistema radicular más expandido y, además, por contar con una poda de formación de vivero, prácticamente no presentaron pérdidas. En la actualidad, la gran mayoría de productores prefiere plantas de dos años porque, además, comienza la etapa productiva antes.

Una permanente inquietud entre los potenciales productores consiste en decidir si emplear plantas formadas en monoeje o multieje. Esta es una eterna discusión que muy probablemente no tenga fecha de término. En Chile, al inicio, se comenzaron las plantaciones mediante el sistema de multieje, derivado del hecho de que la industria del avellano fue desarrollada por la empresa Agrichile (Ferrero), y el sistema tradicional empleado desde siempre en Italia ha sido el multieje. Sin embargo, luego de conocer experiencias de otras zonas productoras, como Oregón (USA), en que se utiliza el sistema de monoeje, y considerando la condición de los predios en Chile, con superficies planas o casi planas, ausencia de daño por nieve (se quiebran ejes y, al haber varios ejes, no se pierde la planta), así como la necesidad de mecanizar lo más posible el manejo, todo lo anterior ha derivado en que, en la actualidad, la mayoría de los huertos se establezca con plantas formadas en monoeje.

El marco de plantación más frecuente es de 5 × 3 m (667 plantas/ha); sin embargo, dependiendo de la variedad empleada (variedades americanas como Yamhill), de menor vigor, se emplean densidades cercanas a 5 × 2,5 metros.

Riego

El método de riego más utilizado en el país es mediante goteo. Es muy reducida la superficie que utiliza la microaspersión. Se utiliza el sistema de riego para realizar la aplicación de fertilizantes al cultivo (fertirrigación).

Cosecha

Hay máquinas cosechadoras de varias marcas y modelos, dependiendo de la superficie del huerto, desde máquinas tiradas por tractor hasta autopropulsadas.

Poda

Durante los primeros 3 a 5 años (poda de formación), la poda se realiza con operadores en forma manual, con tijeras o serruchos. Se dispone de tijeras eléctricas que permiten una muy alta eficiencia, por cuanto no producen cansancio en los operadores. Esta poda es de redireccionamiento de la planta, con el propósito de lograr una estructura productiva que reciba la mayor cantidad de luz posible, como también formar las ramas secundarias bien distribuidas en la canopia (parte aérea).

Posteriormente, a partir del sexto año en adelante, dependiendo del crecimiento de la planta y del sombreado alcanzado, algunos productores optan por apoyar la poda con sierras operadas mediante motores hidráulicos montadas en tractor. Es una alternativa para manejar la canopia en huertos adultos, pero no es una condición obligatoria y su adopción depende de la estrategia de cada predio.

Control Fitosanitario

Para las aplicaciones de productos fitosanitarios se emplean equipos nebulizadores, que permiten una distribución del líquido de manera uniforme en la canopia. Se utiliza para aplicaciones de cobre, control de pulgón y chinche, así como para el control de insectos adultos (burritos, cabritos, etc.).

3. Requerimientos de Personal por Superficie

Las necesidades de mano de obra varían significativamente según la etapa de desarrollo del huerto. En la etapa de establecimiento (primeros años) se requiere una mayor presencia de mano de obra, mientras que posteriormente la mecanización disponible permite reducirla. En general, se considera que una persona permanente puede manejar un huerto de 15–20 ha. Para labores específicas, como asistir la cosecha mecanizada, puede incrementarse a dos personas, así como durante la poda en los primeros años.

4. Cronograma Anual de Actividades

El avellano europeo tiene un cronograma anual de actividades, que, dependiendo de la zona de producción del país (Regiones del Maule a Los Lagos), sigue una secuencia relacionada con el clima y por ello, con la fenología de las diferentes etapas del cultivo.

Septiembre - Noviembre (Primavera)

Inicio de brotación. Comienzo del riego y aporte de fertilizantes, de acuerdo con el programa según la etapa del cultivo y sugerido por el Laboratorio de Análisis Nutricional, basado en muestreos de suelo previos. Aplicaciones de pesticidas según monitoreo y presencia de insectos como pulgón del avellano (Myzocallis coryli) y arañita (Tetranychopsis horridus) en estado móvil. Control de sierpes y malezas entrehilera y sobrehilera. Al inicio de la brotación, aplicación de cobre para prevenir la entrada de la bacteria (Xanthomonas corylicola pv. corylina) a la planta.

Diciembre - Febrero (Verano)

Crecimiento del fruto. Continuación del riego y fertirrigación en etapas del cultivo sucesivas. Monitoreo de presencia de insectos (chinche patas de hoja, Leptoglossus chillensis) y pulgón. Control de sierpes y malezas entrehilera y sobrehilera. Previo al inicio de la caída de fruto, pasar pala de cola para nivelar entrehilera y facilitar la cosecha.

Marzo - Mayo (Otoño)

Caída de fruto. Continuación del riego y fertirrigación. Inicio a término de cosecha. Aplicación de nutrición en poscosecha para asegurar adecuadas reservas.

Junio - Agosto (Invierno)

Caída de hoja. Aplicación de cobre para prevenir el ingreso de patógenos (bacteria, Xanthomonas corylicola pv. corylina) por heridas naturales durante la caída de hojas. Según el desarrollo del huerto, realizar poda de formación o poda de producción. Proteger corte mediante pinturas. Revisión del sistema de riego, limpieza de líneas (colas), bombas, sistemas de fertirrigación, válvulas, solenoides, etc. Aplicar productos para limpieza de líneas. Toma de muestras de suelo por huerto para análisis nutricional y recomendación de fertilización de la próxima temporada. Monitoreo de insectos de suelo (larvas) para recomendación de aplicaciones de pesticidas. Aplicación de herbicidas residuales según sea el caso.

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